Los herederos de la Tierra (XVII): UN MUNDO EN GUERRA
Los excluidos de nuestro paraíso pueden odiarnos tanto como para querer
convertirlo en su infierno. ¿Y nos preguntamos por qué?
¿Cuantos niños, cuantos ancianos, mujeres u hombres sin maldad, inocentes y victimas,
han perecido en los últimos dos días en el mundo por la violencia de las
guerras, el terror, el genocidio, el odio o el fanatismo? ¿Alguien lo sabe?
Vivimos en un mundo en guerra. ¿Por qué es nuestra naturaleza? Quizás. ¿Por qué es un negocio lucrativo, el más lucrativo? Seguro.
La guerra interesa, el terror interesa, la violencia interesa. El que llegue
a nuestra casa y mate a nuestros amigos, hermanos, padres o a nosotros mismos,
¿cambiará esos intereses?
Si no somos empáticos con la muerte de otros, ¿por qué exigimos empatía con
las nuestras? ¿Somos mejores, más humanos, más civilizados, más fieles devotos
o más democráticos?
Lamento profundamente las muertes acaecidas por el terror en Barcelona, como
lamento igualmente la de los miles que han perecido en otros lugares del mundo bajo
el mismo yugo, aunque estos no aparecerán jamás en los noticiarios, jamás
sabremos sus nombres, jamás sabremos de sus vidas o de sus sueños, si dejaron
huérfanos, viudas o se disolvieron como si nunca hubieran existido.
Duele demasiado, Ibso... Que el amor sea lo que reine en el mundo.
ResponderEliminarUn inmenso abrazo con toda mi solidaridad hacia quienes sufren en Barcelona por esto tan incomprensible... o en el rincón más ignorado.
Parecemos niños que no quieren saber. Nos dejamos llevar por la información que nos satura y creamos juicios parciales y condenas con la sangre caliente.
EliminarY esto es seguramente lo que se pretende, por parte de unos y otros.
Un abrazo, Sara.
Lo has expuesto muy clarito Ibso. Pero la realidad resulta tan cruel que los rebaños prefieren taparse los ojos, es lo que predican sus pastores. Aun me pregunto por la conveniencia de dicha actitud porque las respuestas que acuden a mi mente resultan harto crueles. Estaré haciendo lo mismo que el resto?
ResponderEliminarNo creo que ni los propios pastores conozcan las imprevisibles consecuencias de sus actos irresponsables. La radicalización hacia los extremismos y los populismo en la política Europea y estadounidense lo demuestra.
EliminarUn abrazo, Emejota.
Crudamente real...que dolor da saber que estamos predestinados a destruirnos...
ResponderEliminarBuen sábado...
Divagaciones Nocturnas
No estamos predestinados a nada, tan solo somos una raza joven que está conociendo sus luces y sombras.
EliminarDebemos afrontar nuestras sombras para que no nos devoren
Pero la decisión es nuestra.
Saludos