Cuento de mi hija
Hoy traigo algo muy especial para mí, un cuento de mi hija de nueve años. Lo escribió hace un par de días y me trae loco desde entonces para que se lo publique en el blog. Ha escrito algunos en una libreta que tiene pero este es el primero que ve la luz más allá del circulo familiar. La trama y los diálogos son un poco delirantes pero, aún así, espero que os resulte tan simpático y ameno como a sus padres.
Las aventuras de Lucy y Marcos
Había una vez una niña llamada Lucy, tenía 8 años, le gustaba leer y su vida era normal y corriente.
Un día, cuando Lucy estaba asomada a la ventana, aburrida, sin nada que hacer, oyó unos gritos en la casa de sus vecinos y vió una sombra.
—¿Qué es eso? —Dijo Sansón, su papá.
—¿Qué paso? —Dijo Katty, su mamá.
—Nada, solo estaba ensayando mis gritos, escuchad: ¡Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh! —gritó Lucy.
—¡Ah, vale! Pero dínoslo antes de hacerlo —dijeron al unísono.
A los dos días Lucy vio a los vecinos en el hospital por la televisión. Se asustó tanto que temió que les pasara a ellos.
A los vecinos no les pasó nada, simplemente tuvieron lesiones muy graves.
En cinco meses volvieron a su casa.
Cuando pudo, Lucy cogió a escondidas el teléfono fijo y llamo a su amigo Marcos.
—Mira porfa, ven cuanto antes, es urgente.
—Perfecto, voy ahora mismo. —Y en cinco minutos pasó por allí.
Ding dong.
—¡Abro yo!—dijo Lucy —Ven a mi habitación sin que nadie se entere y corriendo, plis.
Cuando llegaron a la habitación Lucy le explicó:
—Voy a empezar con lo fácil. Tu eres el chico más valiente y aventurero que conozco, así que tengo una tarea para ti. Bueno, mejor dicho, para los dos, si me quieres ayudar, claro…
—¡Suéltalo ya, mujer! Llevo esperando aquí desde hace media hora por lo menos.
—¡Yas!, jajajajajajaja, exagerado.Vale lo suelto, necesito que me acompañes a una aventura y… No, no es la de un libro, es de verdad. Oye, ¿Vistes las noticias, la de dos personas en el hospital?
—Sí.
—¡¡¡Pues esos eran mis vecinos!!!
—Estás de guasa, ¿no?
—No, pero la causa no fue un accidente como dijo la tele, ¡fue un monstruo! Por eso quiero que me ayudes a capturarlo. ¿Qué me dices?
—No sé, suena un poco peligroso. Y además, se lo tengo que decir a mis padres, a ver que dicen.
—Ni se te ocurra decírselo porque… primero, te van a decir que no; segundo, van a tener miedo de que te pase algo y tercero, se lo van a contar a todo el mundo.
—Vale, aunque no esté convencido del todo, acepto.
—Bien, ¡gracias! Nos vemos mañana por la noche en mi jardín. Pero quiero que antes nos hagamos pasar por el presidente para llamar a la policía, porque si no nos hacemos pasar por alguien importante no nos van ha hacer caso.
—Venga, vale.
—¡Hum, hum! Hola, ¿estoy hablando con la policía? —dijo Marcos con la voz de mayor.
—Si señor.
—Soy el alcalde y he llamado por que he oído que en mi ciudad hay un monstruo. Así que vaya a la calle don Federico nº 10, en ese mismo jardín estará el monstruo esta noche. Pero sean sigilosos, si no se ira corriendo. ¡Es una orden!
—¡Si, señor! Estaremos allí a medianoche.
—¡Chócala, la hemos clavado!
—Nos vemos mañana por la noche.
—Adiooos.
—Por la noche fue la policía y no lo encontraron.
A la noche siguiente vino Marcos y se reunió con Lucy.
—Mira, vamos a tener que capturar al monstruo nosotros.
—Aunque no quiero, ¡vamos allá!
—Entraron en casa de Lucy, cogieron un tirachinas y un palo del cepillo y fueron a detenerlo.
—¡Manos arriba! —dijeron los niños.
—¡Primero, soltad las armas! —Rugió el monstruo. Y de lo petrificados que se quedaron, las soltaron.
—¿Me vais a prometer que no me hareis daño? —preguntó el monstruo.
—Valeeeee —dijo Lucy—. Pero, tengo dos preguntas: primero, ¿por qué atacastes a mis vecinos?
—Porque eran delincuentes peligrosos.
—Ah, vale. Segundo… Espera, ¿estás diciendo que son delincuentes?
—¡Sí!
—¡Pues tenemos que detenerlos ya! —exigió Marcos.
—Yo os ayudaré. Al fin y al cabo somos amigos, ¿no? —les dijo el monstruo a los niños.
—Si, claro. Iré a decírselo a mis padres —dijo Lucy.
—¿¡Cómo!? —dijo Marcos.
—No sé, pero ya se me ocurrirá algo —le tranquilizó su amiga.
Un día, cuando Lucy estaba asomada a la ventana, aburrida, sin nada que hacer, oyó unos gritos en la casa de sus vecinos y vió una sombra.
—¿Qué es eso? —Dijo Sansón, su papá.
—¿Qué paso? —Dijo Katty, su mamá.
—Nada, solo estaba ensayando mis gritos, escuchad: ¡Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh! —gritó Lucy.
—¡Ah, vale! Pero dínoslo antes de hacerlo —dijeron al unísono.
A los dos días Lucy vio a los vecinos en el hospital por la televisión. Se asustó tanto que temió que les pasara a ellos.
A los vecinos no les pasó nada, simplemente tuvieron lesiones muy graves.
En cinco meses volvieron a su casa.
Cuando pudo, Lucy cogió a escondidas el teléfono fijo y llamo a su amigo Marcos.
—Mira porfa, ven cuanto antes, es urgente.
—Perfecto, voy ahora mismo. —Y en cinco minutos pasó por allí.
Ding dong.
—¡Abro yo!—dijo Lucy —Ven a mi habitación sin que nadie se entere y corriendo, plis.
Cuando llegaron a la habitación Lucy le explicó:
—Voy a empezar con lo fácil. Tu eres el chico más valiente y aventurero que conozco, así que tengo una tarea para ti. Bueno, mejor dicho, para los dos, si me quieres ayudar, claro…
—¡Suéltalo ya, mujer! Llevo esperando aquí desde hace media hora por lo menos.
—¡Yas!, jajajajajajaja, exagerado.Vale lo suelto, necesito que me acompañes a una aventura y… No, no es la de un libro, es de verdad. Oye, ¿Vistes las noticias, la de dos personas en el hospital?
—Sí.
—¡¡¡Pues esos eran mis vecinos!!!
—Estás de guasa, ¿no?
—No, pero la causa no fue un accidente como dijo la tele, ¡fue un monstruo! Por eso quiero que me ayudes a capturarlo. ¿Qué me dices?
—No sé, suena un poco peligroso. Y además, se lo tengo que decir a mis padres, a ver que dicen.
—Ni se te ocurra decírselo porque… primero, te van a decir que no; segundo, van a tener miedo de que te pase algo y tercero, se lo van a contar a todo el mundo.
—Vale, aunque no esté convencido del todo, acepto.
—Bien, ¡gracias! Nos vemos mañana por la noche en mi jardín. Pero quiero que antes nos hagamos pasar por el presidente para llamar a la policía, porque si no nos hacemos pasar por alguien importante no nos van ha hacer caso.
—Venga, vale.
—¡Hum, hum! Hola, ¿estoy hablando con la policía? —dijo Marcos con la voz de mayor.
—Si señor.
—Soy el alcalde y he llamado por que he oído que en mi ciudad hay un monstruo. Así que vaya a la calle don Federico nº 10, en ese mismo jardín estará el monstruo esta noche. Pero sean sigilosos, si no se ira corriendo. ¡Es una orden!
—¡Si, señor! Estaremos allí a medianoche.
—¡Chócala, la hemos clavado!
—Nos vemos mañana por la noche.
—Adiooos.
—Por la noche fue la policía y no lo encontraron.
A la noche siguiente vino Marcos y se reunió con Lucy.
—Mira, vamos a tener que capturar al monstruo nosotros.
—Aunque no quiero, ¡vamos allá!
—Entraron en casa de Lucy, cogieron un tirachinas y un palo del cepillo y fueron a detenerlo.
—¡Manos arriba! —dijeron los niños.
—¡Primero, soltad las armas! —Rugió el monstruo. Y de lo petrificados que se quedaron, las soltaron.
—¿Me vais a prometer que no me hareis daño? —preguntó el monstruo.
—Valeeeee —dijo Lucy—. Pero, tengo dos preguntas: primero, ¿por qué atacastes a mis vecinos?
—Porque eran delincuentes peligrosos.
—Ah, vale. Segundo… Espera, ¿estás diciendo que son delincuentes?
—¡Sí!
—¡Pues tenemos que detenerlos ya! —exigió Marcos.
—Yo os ayudaré. Al fin y al cabo somos amigos, ¿no? —les dijo el monstruo a los niños.
—Si, claro. Iré a decírselo a mis padres —dijo Lucy.
—¿¡Cómo!? —dijo Marcos.
—No sé, pero ya se me ocurrirá algo —le tranquilizó su amiga.
En ese momento se miraron fijamente, no pudieron evitar pegar sus dos cabezas y se besaron. Rápidamente se cortó el rollo, el monstruo o como le llamaron ellos, Love, dijo:
—¡Qué bonitooooo!.
Y Lucy fue a decírselo a sus padres.
—Mamá, nuestros vecinos son delincuentes peligrosos.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque...Visito la página de la policía por internet. ¡Lo siento!
—No pasa nada.
—Lo malo es que no saben la dirección.
—Pues tenemos que avisar a la policía ya.
—¿Puedo llamar yo porfa?
—Vaaaaale.
Y cogió el móvil y se reunió con su amigo y Love, que la esperaban en el jardín.
—Chicos, ya tengo el teléfono. ¡Vamos a llamar!
—Hola. La dirección de los delincuentes es: Don Federico n° 9
—Gracias, en cinco minutos estamos allí.
A los vecinos se les detuvo y por 5 años estuvieron en la cárcel. Lucy y Marcos se casaron. Love fue policía.
Y colorin colorado este cuento se ha acabado.
Jaaa Por Dios , es una monada dile a tu niña que siga escribiendo pq su fantasía esta al 100% me ha gustado mucho la manera sutil que ha convencido a su amiguito para que la ayudara , y sobre todo el final feliz , que me gusta a mi así.
ResponderEliminarUn besote grande para la niña y otro para ti os deseo una feliz semana .
Vale, gracias. Seguiré escribiendo
EliminarA.S.A.
La fantasía que desprende es deseable que no la pierda y la encauce, dale mi aplauso y felicitación.
ResponderEliminarGracias por comentar.
EliminarA.S.A.
Promete... promete... ¿a quién habrá salido?
ResponderEliminarLa verdad es que no sé.
EliminarA.S.A.
Hola ibso , yo digo lo mismo que campirela , es más sí le gusta escribir podrías publicar sus relatos aquí , a ver sí le gustaba.
ResponderEliminarEs un relato muy simpatico .saludos de flor .
Gracias por comentar.
EliminarA.S.A.
Creo que hay una influencia tuya.
ResponderEliminarMe recordó algunas películas de los 80, por alguna razón me recordó Stranger things.
Hasta tiene giro argumental.
Saludos.
Gracias por comentar.
EliminarA.S.A.
Hola ibso, una entrada con mucho encanto, indudablemente prometedor. Sería cuestión de ver si ella quisiera seguir escribiendo. Opino igual que Flor, le podrías publicar aquí sus cuentos y quien sabe...
ResponderEliminarEnhorabuena, tienes una hija con mucha creatividad y fantasía, ingredientes imprescindibles para los cuentos infantiles.
Un beso a las dos.
¡Claro que quiero seguir escribiendo! Me encanta. Gracias por comentar.
EliminarA.S.A.
Un cuento encantador con mucha agilidad y destreza para el manejo de personajes y dialogos y con un final feliz, como más me gustan. En que conviven fantasía y realidad con gran facilidad.
ResponderEliminarA.S.A. escribe muy bien.
Un fuerte abrazo para ella y sus padres. *Ah, y para Love, un monstruo con ternura : )
Gracias por todo.
EliminarA.S.A.
jaja lo leí con una sonrisa en mi cara todo el tiempo... es que ésto de ser padre te tiñe todo de otro color...
ResponderEliminares muy bueno, tiene mucha imaginación y es un thriler de terror romántico policial jaja... me encantó, espero mas entregas... mandale felicitaciones y saludos de JLO...
Gracias por comentar.
EliminarA.S.A.
Como podéis leer, las respuestas de anónimo son mi hija.
ResponderEliminarCreo que a partir de ahora tendré una colaboradora más o menos habitual en este blog.
Gracias a todos por vuestra palabras de ánimo, le han hecho muchísima ilusión.
Abrazos.
Hola Ibso , pues estaremos a la espera de su próximo relato , que yo creo que tendrá tanto éxito como este , te deseo una feliz noche a ti y A.s.a saludos de flor .
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