Este jueves un relato: me perdí en la noche
Continuación de otro relato (VERTIGO), que si queréis podéis leer para entender mejor este.
No
pude operarme. La ilusión que experimenté aquella noche cuando millones de
seres luminiscentes poblaron la orilla del lago, aquel éxtasis eterno y rígido,
aquella claridad insoportable, no pudieron ser sepultadas por el miedo a morir.
Comprendí que el miedo a la muerte siempre estaría presente y que aquel tumor,
que crecía en el interior de mi cabeza y provocaba una percepción del mundo tan
extravagantemente irreal, estaba ahí por algún motivo que no alcanzaba a
comprender.
La
crisis del lago se repitió en los días sucesivos, cada vez con más frecuencia.
Cuando las gafas de sol y los protectores auditivos se hicieron inútiles a la
luz y el bullicio del día, comencé a salir de noche, a buscar lugares
tranquilos y oscuros, a dormir de día metido en la bañera con el agua hasta los
oídos y un antifaz negro sobre mis ojos cerrados. Me dolía cada centímetro de
mi cuerpo por la rigidez muscular y los inevitables golpes.
La
situación llegó a ser tan inaguantable que tuve que huir al lugar más oscuro y
silencioso que pude hallar.
En
el norte, en el frío glacial del invierno, en la oscura noche de la tundra
siberiana… ella me encontró.
La música de los silencios
Camino
sobre otro lago, congelado y deslizante, frío y oscuro.
Llega
raudo, el silencio huye.
Mi
corazón golpea el pecho en un latido atronador y lento. El aire escapa de mis
pulmones, sin poder retenerlo, con el sonido de un huracán violento.
Lejos, muy
lejos, la nieve cae de las ramas fatigadas por su peso y, un crujido, inaudible
a cualquier ser vivo, advierte que el hielo es quebradizo.
Arriba, en la altura infinita, el firmamento canta. ¡Y es hermoso!
Oscuridad luminosa
La
oscura noche se convirtió en alba, y el alba crece en el mundo entero. La nieve
brilla a la luz de las estrellas y el cielo, transmutado, se hizo fuego.
Y
un ángel surgió de pronto, más ardiente que el propio infierno. Y sus labios quemaron
los míos, dulcemente, con ternura. Y su voz… su voz me devolvió la vida:
ibso
Más relatos de "pérdidas nocturnas" en el blog de Cecy: ¡Simona, la luna y yo!
Preciosa ilustración creada para la ocasión por Gaby del blog "mis letras insomnes".
Preciosa ilustración creada para la ocasión por Gaby del blog "mis letras insomnes".
El miedo a la muerte o a lo que desconocemos, estará, en cualquier circunstancia, y lo cierto que es inevitable que llegue.
ResponderEliminarTu personaje, al travesar estas experiencias, que le abrieron otras puertas de conocimiento, eligió. Y se fue, eligiendo como y donde, lo buscaría de igual modo.
Me gusto tu relato.
Gracias Ibso por acompañarme.
Un abrazo :)
Sorprendente final-
ResponderEliminarTal vez una fuerza superior a la muerte lo rescate ¿Quizás el amor?
ResponderEliminarEse ángel, que al final te redime, solo puede ser la alada representación del amor.
ResponderEliminarUn abrazo.
reconozco mi miedo silente a la muerte...pero no siempre he sido así. al menos una vez en mi vida, traté de tú a tú a esa señora...
ResponderEliminarah, a esta reflexión me has llevado con tus palabras..
la otra, la que me interesa aún más, ese escalón que no he vuelto a dar, dice más o menos así: no deberás tener miedo a la muerte, gustavo, pues es condición sine qua nom...
quizá un día lo logre.
medio beso.
Detrás del miedo a la muerte se esconden todos los miedos; al dolor, al sufrimiento, a la oscuridad, a lo desconocido. Me gusto el relato de tu personaje con ese impactante final. Fue un placer leerte.
ResponderEliminarSaludos
Cada vez escribes mejor Ibso. Creas figuras muy hermosas, poniendo de relieve tu luminosidad.
ResponderEliminarUn gran abrazo de anís con estrellas.
Siempre hay un lugar para la esperanza, y aunque la muerte acecha, una pequeña luz se divisa.
ResponderEliminarUn abrazo
Un relato inquietante, el paso por esos estados de la mente que lo llevan a experimentar tantas cosas inimaginables. Lo hiciste de forma casi poética, es perfecto y el final que le diste lo cierra dejando al lector con una sensación de paz increíble.
ResponderEliminarTe felicito, me encantó.
Un abrazo.
Una interesante historia. La vida, la muerte, los miedos, las certezas, el querer y el no querer. Cuántos pensamientos, cuántas dudas, cuántas cosas que nos llenan y nos vacían a la vez. Hay decisiones que son difíciles de tomar, pero no hay vida sin riesgos. Me ha gustado ese final tan luminoso con alas de ángel.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
El temor a la muerte nos aferra a la vida. de manera que nos aferramos a cualquier cosa que nos anuncie que no estan grave como nos pensamos, que saldremos de eso, que no nos llegará aún el momento en que nos disolvamos en el espacio. Interesante relato. Un abrazo
ResponderEliminarA pesar del tumor, fué más fuerte su necesidad de tener de nuevo esas experiencias y las buscó en la noche.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
A mi generación no nos enseñaron a ver la muerte como algo natural, así es que ¡¡¡lagarto, lagarto!!!
ResponderEliminarHe leído los dos relatos que forman un todo espectacular. Me gusta mucho como has descrito las sensaciones que le producía el tumor que lo llevaron hasta el límite. El final es un poco enigmático, entiendo que tal vez puede ser la muerte misma que lo invita a otra realidad o tal vez como expresan en comentarios anteriores pueda ser el amor. En cualquier caso te felicito por este excelente relato.
ResponderEliminarUn beso
Bueno, muchas gracias por haber leído los dos relatos. Somos 29 participantes en esta ocasión y comprendo que el tiempo es muy escaso.
EliminarEl dejar el relato de forma tan enigmática es mi manera de ver que os sugería a vosotros pero, como premio a tu dedicación, voy a responder a tu duda, con la respuesta que yo le di en mi imaginación:
Como dije en el primer relato, el tumor era benigno, pero el protagonista corría el riesgo de que siguiera creciendo y le produciera una neurisma. Ese “tumor” no es algo extraordinario, le ha sucedido a más seres humanos, a los que le produjo una percepción similar a la que el estaba experimentando. “El ángel” es una de esas personas, que le enseñará a dominar y utilizar esa nueva manera de percibir la realidad.
¿Te gustó la idea?
Un abrazo y gracias por conversar en el camino.
Una carrera de cambios emocionales y psíquicos que arrastran a buscar la noche más oscura, la de la mente.
ResponderEliminarUn texto trepidante, que te devuelve a la realidad más común, la que se comparte con el resto de las personas.
Besos
Más allá de la historia que relata, me impacta la atmósfera que creas, la situación que nos envuelve, las emociones que nos invaden.
ResponderEliminarUn texto removedor.
besos
Es impresionante la narración que has creado. Excelente el primer texto y maravilloso el seguido. Expresas con gran acierto la tensión, el miedo, el dolor, ...
ResponderEliminar¡Excelente!
Saludos