Abrazados al amanecer


Participación en el concurso de "Paradela" del mes de octubre.


Amanece. Los primeros rayos de sol entran por la ventana, atravesando la persiana y arrojando sombras sobre su cuerpo desnudo, junto al mío. Veteada así, su piel aún parece más hermosa, tersa y cálida, aterciopelada y sensual, irremediablemente deseada.

Aún duerme, su sueño es ahora plácido, su respiración tranquila. Pero en mi cabeza siguen fluyendo, como un río, las dudas.

Caigo en la cuenta — si todo sale como está previsto, esta podría haber sido la última noche que hemos estado juntos, así... —

Cerró los ojos. Volvió a recostarse junto a su amante y rememoró, con placer, lo sucedido horas antes:

Habíamos decidido celebrarlo. Por fin, después de todo lo que había pasado, mi deseo más profundo, más vital, empezaría a hacerse realidad al día siguiente. Salimos a cenar sin escatimar en gastos. La cena, en el mejor restaurante de la ciudad, fue espléndida. Luego las copas, el baile, el calor, nuestros cuerpos empapados de sudor, nuestras manos sintiéndonos con leves caricias, nuestros labios rozandose e insinuando un goce mayor.

Confusos y encendidos por los vapores del alcohol llegamos a la habitación.

Nos desnudamos lentamente, primero con el deseo en la mirada, luego con la humedad de nuestra boca, besando y lamiendo cada centímetro de piel que quedaba el descubierto, salada y caliente. Mis labios buscaban los suyos, sus manos excitaban mis sentidos, nuestros cuerpos se fundían queriendo ser uno solo.  Poco a poco, cada caricia se intensificaba en nuestra mente, aumentando el placer con solo presentirla, erizando el vello y tensando los músculos de todo nuestro cuerpo. La boca seca por los gemidos, los pezones erguidos por la fricción constante, y aquel ritmo glorioso que siempre conseguía elevarme al mismísimo cielo del orgasmo.

— Buenos días, mi amor — Gime, aún no quiere despertar. Beso su boca e insisto cerca del oído, susurrando — Es muy tarde, debemos salir hacia el hospital en una hora.

Abre al fin sus profundos ojos verdes. Sonríe un instante y me devuelve el beso, con pasión.

 Buenos días, Eva. Hoy es el gran día, hoy tu cuerpo comenzará a ser el que siempre quisiste, con el que deberías haber nacido. ¿Estas preparada?.

  Si, aunque a veces siguen asaltándome las dudas. ¿Y si no te gusto después de las operaciones? ¿Y si quedo deforme o no siento nada al hacer el amor?. ¡No podría soportarlo!

 Yo te amo por tu fuerza, por lo que sientes, por compartir conmigo tu maravillosa forma de ser; y ahora tienes la oportunidad de reconocerte en el espejo como lo que eres: una mujer. Es lo que siempre deseaste. Sé que no te sentirás completa hasta que tu cuerpo cambie de sexo y yo jamás dejaré de amarte por mucho que se modifique tu anatomía — Volvió a besarme con pasión mientras me rodeaba con sus brazos apretándome fuertemente contra su pecho.

No podía desear mejor compañero para este viaje, para esta vida. Las dudas se disiparon y dieron paso a la emoción de saberme tan cerca de mi verdadero yo, de que todos pudieran ver a la hermosa mujer que se escondía en esta cárcel de carne que el burlón destino me había impuesto. Pronto morirá al fin Evaristo, definitivamente; y en mi mente y en mi cuerpo solo existirá Eva, como siempre debió haber sido.

Fotografía: Amanecer en Paradela. Autora: María Jesús Fuertes

Comentarios

  1. en este caso si que un nuevo amanecer es el inicio de una nueva vida !!
    Suerte
    Un besazo

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  2. Ibso...¡qué historia has creado!
    Amorosa, sensual, romantica, sexual...y libre sobre todo libre en el sentimiento.
    Suerte, amigo.

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  3. Me gusta mucho como has escrito esta historia, es muy bonito pensar que el personaje tiene alguien en quien apoyarse y confiar salga como salga la operación.

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  4. los sentimientos son libres y el amor plural,amamos a las personas, si más. Muy bonita historia.

    Te deseo mucha suerte.

    Un abrazo.

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  5. Cada vez me asombrais más. No hay tema que no se toque.

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  6. Amigo, un bellísimo relato de amor, con una sensibilidad que nos llega, con ese abrazo tan profundo de amanecer.

    Un beso.

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  7. Hola Ibso: Esperaba una historia infantil Y me llevo una muy buena sorpresa. Decirte quiero que me ha encantado y al ser un tema sabido pero poco usual, me ha gustado doblemente. Dibujas la situación y consigues el tempo con la maestría de los autores consagrados. Te felicito, amigo y te deseo mucha suerte en el concurso

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  8. Un sensual relato, lleno de pasión, muy bien descrita por cierto. Suerte en el concurso.

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  9. Un relato con una fuerte carga erótica, pero con un fondo tierno y esperanzador. El apoyo total e incondicional de dos seres humanos.

    Un abrazo y mucha suerte

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  10. Me ha parecido muy sensual toda la escena, y muy bien narrada. Y el final ha sido muy tierno y reivindicativo.

    Toda una sorpresa.

    Un abrazo y suerte.

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  11. Yo, como uno de los coprotagonistas de la historia, opino que uno se enamora de la esencia personal que destila tu pareja, independientemente de la forma externa que le haya tocado en suerte al nacer.
    Esta historia es una de mis favoritas al concurso de Paradela. Me ha perecido rabiosamente emotiva.

    Felicidades, amigo.

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  12. Suerte en el concurso y "SORPRESÓN"

    Un abrazo utópico, Irma.-

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  13. ¿Quién dijo que la naturaleza es muy sabia? No sé, pero me da que a veces se equivoca. Debe ser espantoso ser preso de un cuerpo que no te corresponde y encima ser incomprendido.
    Una historia muy real, actual y sensual.
    Casi se me pasa tu entrada, pero te vi antes de votar, y me alegro.
    Mucha suerte y un abrazo desde Irlanda.

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  14. Me ha encantado esta historia que nos traes. Maravillosamente descrita y llena de ilusión.

    Mucha suerte Ibso.

    Un abrazo

    noche

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  15. Ruego me disculpes mis ultimas ausencias, amigo. Por fin el agobio del trabajo, las carreras y sobre todo los gusanos informaticos (no veas en que me he visto para colgar mi ultima entrada), me dan un respiro, querido Ibso.

    Un enorme abrazo.

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  16. Un bello relato lleno de amor y pasion. Te deseo mucha suerte en el concurso. un abrazo

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  17. Ibso: Hace muchos días que no te veo. Vine a decirte que te extraño y quiero que sepas que deseo que estés muy bien, que todo esté fluyendo de maravilla en tu vida, en compañía de todos tus seres amados y que si no estás presente, es porque tienes muchas actividades más importantes.
    Un abrazo muy grande y fuerte.

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