La conciencia dormida

El cansancio es la especulación más evidente que hace nuestra mente de esa realidad a la que llamamos vida. Sin el sueño reparador, donde es posible el inconsciente, moriríamos en pocos días. 

Se habla mucho de nuestra productividad mientras somos conscientes, y olvidamos, muy a menudo, que dependemos tanto del sueño, de esta inactividad tan vital que nos sugiere, nos recarga, nos "despierta" o nos ilusiona. 

También mientras dormimos se generan los miedos en nuestro subconsciente, las pesadillas, las fobias, las cadenas que nos atan la voluntad cuando la mente conciente ordena y encuentra reticencias que no racionaliza.

Comprender y dominar nuestro subconsciente es tan esencial, que de lograrlo, seguramente podríamos ser cualquier cosa que nos propusiésemos, llegar allí donde quisiéramos o conseguir aquellos hitos que antes solo podíamos soñar.

Recordar pues la importancia del sueño esta noche cuando os acostéis, quizás mañana consigamos despejar el horizonte de todas las dudas, y nuestra voluntad sea capaz de cercenar cualquier dificultad, hasta encontrar el camino de la utopía. 

Soñar y dominar vuestro subconsciente: haciendo que todo sea posible en el inconsciente lograremos que en la otra mitad, por difícil que resulte, TODO empiece a ser POSIBLE.