Regalando esperanza

Estamos viviendo días de celebraciones, de fiestas, de comidas o cenas de familia y sobre todo de regalar; esos tan temidos o tan deseados "detallitos". Muchos nos quejamos de lo consumista que se ha vuelto nuestra sociedad en general, hecho que se hace más patente, si cabe, en fechas señaladas como la Navidad, Fin de año o Los Reyes.

Estoy convencido de que quienes más disfrutan de estas fiestas son los niños, aquellos que por su juventud aún conservan la ilusión y creen en la magia de un mundo perfecto. Rodearse de niños siempre es una experiencia inolvidable, pero hacerlo en estas fechas, ver sus ojos brillar al abrir los regalos, oír sus gritos de júbilo o incluso sus lágrimas de alegría, no tiene precio.

Pero cuando no hay niños o ya se hicieron demasiado mayores para "creer", la Navidad, Papa Noel o Los Reyes Magos pierden parte de su significado. Los regalos se pueden convertir entonces en un compromiso, o en un ritual en el mejor de los casos. La mayoría se pregunta ¿qué le regalo si tiene de todo? o ¿no me saldría más barato si espero a las rebajas?. Las campañas de navidad proliferan, se preparan y programan para invadir todos los medios de comunicación disponibles ofreciendo lo último, lo más novedoso, lo más caro, lo más exclusivo, lo más... inútil. Porque, ¿cuantos de nosotros no hemos hecho un regalo que se ha tenido que devolver o cambiar?, ¿cuantos de nosotros no se ha estrujado el cerebro buscando ese obsequio ideal para la persona que, sin duda lo merece, y después ha sufrido la desilusión de no haber acertado en la talla, el color, la forma, o (erradamente) con el propio regalo?. "Lo importante es el detalle" o "por lo menos te has molestado" son los comentarios más habituales en estos casos. Y tu te quedas con cara de tonto y dices "te hice el ticket regalo, por si lo querías cambiar", con lo que a tu incompetencia se le añade la seguridad manifiesta de que sabías que no le iba a gustar y aún así se lo regalaste.

Pero me estoy yendo por las ramas. Lo que quiero decir es que, aparte de los niños que se ilusionan con cualquier cosa, el resto de los regalos son, en la mayoría de los casos, superfluos, generados por una necesidad artificial impuesta por nuestra sociedad de consumo e, irónicamente, decepcionantes para el regalador/a o el regalado/a.

Estéis o no de acuerdo conmigo, os voy a proponer un regalo con el que nunca quedaréis mal: ¡REGALAR ESPERANZA!. ¿En que consiste?. Es bien sencillo. Si no podemos parar de consumir (ya que eso, dicen, sería malo para la economía), hagamos que nuestro consumo sea justo, solidario, empático, vivicionista, humano y fraternal. Regalemos sonrisas en forma de ayudas a los que tienen menos que nosotros, en forma de comida para el que pasa hambre, sonrisas para el que esta triste o deprimido, esperanza para el que teme perderla. Regalemos a aquellos que tienen de todo, a aquellos que piden más de lo mismo pero mejor, a aquellos a los que amamos y respetamos; regalémosle, digo, un regalo para un tercero: el que si lo necesita de verdad. Cada uno como quiera, como desee, como se sienta más seguro de que servirá para algo. Se puede incluso pactar de antemano: "¿qué te parece si este año nos regalamos una compra de 100 € en comida para Cáritas?", o "este año quiero que me regales el material escolar para diez niños de Africa", o... lo que se os ocurra.

Sé que estamos en crisis, sé que hay poco dinero, sé que regalar para un tercero al que no conocemos, (o sí, pero no es familia ni amigo) puede resultar extraño, incluso incómodo o ridículo, pero pensad que no hay mejor forma de gastar el dinero que regalando esperanza.

Hagamos también nosotros nuestra particular campaña de Navidad. Difundir (si lo consideráis oportuno) esta idea. Copiar y pegar la entrada completa o sintetizar la idea principal. No hace falta siquiera que me nombréis (ni a mi blog). Hagamos una cadena de acción que llegue a todas partes, que haga renacer (consumiendo) la justicia, la esperanza, la solidaridad, la empatía, el vivicionismo, la fraternidad y, sobre todo, nuestro sentimiento de HUMANIDAD.

Un abrazo a tod@s, un poco de música y... ¡FELIZ NAVIDAD!.




*Imagen y vídeo tomados de internet

* El préstamo de este material lo hago sin autorización de su titular. No pretendo dañar ningún derecho reconocido a sus autores y si estos consideran que no deben figurar en este blog, ruego me lo notifiquen a fin de retirarlos a la mayor brevedad posible.

Comentarios

  1. Ibso, una propuesta que te honra, la coloco en el lateral de mi blog para ayudar a difundirlo.

    Felices fiestas y un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Jose Vte. por difundir esta idea. Espero que el mensaje que quería trasmitir se entendiera, aunque no lo tengo muy claro.
    Un fuerte abrazo.
    ibso

    ResponderEliminar
  3. Sí que debemos cambiar el chip y regalar lo que de verdad necesitamos todos en algún momento: una sonrisa a tiempo, un abrazo cálido, una palabra amable, una mano abierta a quien la necesite, un oportuno silencio...

    yo también preparé una felicitación especial en el diario de un loco
    para todos los amigos

    un abrazo andaluz, querido amigo

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Mariluz por esa felicitación tan especial. Te deseo que pases unas felices fiestas junto a los que amas.
    Un fuerte abrazo.
    ibso

    ResponderEliminar
  5. Ibso.....gracias por tu regalo!!
    Abrazos

    ResponderEliminar
  6. Ibso, que así sea, si no firmases esta entrada, la creería tuya donde la leyera. Ojalá que cada vez más personas vayan sumándose a tu modo de ser.
    Recibe un abrazo a la intensidad y fuerza de tu vivicionismo. ¡Qué siempre estés siendo reabastecido del amor que das!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares