LOS TRES REGALOS

Participación en el proyectos de Adictos a la escritura del mes de diciembre. Temática del mes: "Versionando la Navidad"

Hacia tres noches que la estrella había aparecido en el cielo, hacia el naciente, y todos los eruditos del rey rebuscaban, perplejos, entre los papiros antiguos de la gran biblioteca el significado de aquella refulgente presencia.

Para Melchor, el gran sabio y primer consejero real, no era ningún misterio, no necesitaba ningún manuscrito antiguo que le revelara su significado; la conocía bien ya que llevaba cincuenta años esperándola, cincuenta años desde que la había visto por primera vez.

Abrió el cofre una vez más y contempló el regalo que le hizo el ángel, el tesoro que lo había convertido en el hombre que era ahora, que lo había arrancado de la miseria y del hambre y, probablemente, de una muerte temprana.

En aquella época Ctesifonte se había convertido en una ciudad sin ley, peligrosa para los más desafortunados, para los sin techo que, como él, tenían que mendigar por las callejuelas infectadas de ladrones y asesinos sin más protección que su lastimera existencia. Melchor tenía entonces unos quince años, era huérfano o había sido abandonado, eso nunca lo supo. Recordaba que hacía dos días que no había probado bocado y aquella noche decidió subir a la ciudadela a pedir limosna. Allí arriesgaba la vida si los guardias lo pillaban; la pena por mendigar era la muerte, pero no tenía otra opción, las fuerzas comenzaban a fallarle y sabía que, con aquel frío, no aguantaría una noche más sin un mendrugo de pan.

Pocos metros antes de cruzar la puerta norte de la ciudadela le sorprendió el griterío de una multitud procedente del barrio de los artesanos. Al mirar hacia las casas que se apretujaban al abrigo de la muralla vio como una de ellas era pasto de las llamas. Se acerco curioso.  Muchos de los vecinos se afanaban infructuosamente por controlar el fuego y evitar que se propagara a las casas contiguas. Los gritos de pánico se mezclaban con el crepitar de las llamas y entre todo aquel caos una súplica de auxilio sobresalía desgarradora:

-       ¡Mis hijos, por favor, salven a mis hijos!.

Dos hombres sujetaban a la viuda para evitar que se lanzara a las llamas. El fuego estaba muy extendido y nadie era capaz de reunir el suficiente valor para arriesgar su vida por salvar a aquellos niños de lo que parecía una muerte segura.

Melchor se estremeció con la terrible angustia de aquella madre. Sintió que su sangre le ardía en las mejillas por la ira de ver que nadie la ayudaba.

Sin pensarlo dos veces se lanzó hacia el fuego y cruzó el umbral de la entrada poco antes de que esta quedara bloqueada por las llamas. La estancia estaba completamente llena de humo. Se tiró al suelo para poder respirar algo de aire limpio y aguzó el oído en busca del llanto de los niños. No escuchó nada – estarán ya  muertos – se horrorizó al pensar,  aunque siguió buscando. El calor era insoportable. Divisó al fondo una puerta que conducía a otra habitación. Se arrastró hasta ella y descubrió los cuerpos de un niño, de unos cinco años, y el de su hermana, de pocos meses, ovillados e inmóviles en un rincón. Reunió el valor y las fuerzas que le quedaban, los asió cada uno con una mano y buscó una salida. Por un momento su ánimo resurgió al notar que ambos aún respiraban para volver a desesperarse por no encontrar una brecha entre las llamas por la que poder escapar. Entonces parte de un muro se desmoronó y dejó un hueco lo suficientemente grande para sacar a los niños pero demasiado angosto como para escapar él. Tras poner a salvo a los niños, parte del techo cedió a la devastación de las llamas y se desplomó a pocos centímetros de Melchor. No quedaba mucho tiempo y lo sabía, pronto se quemaría vivo, sin embargo se sintió tranquilo – Aunque muera aquí – se dijo – me alegro de haber salvado a esos niños –

Levantó la vista y miro al cielo a través del hueco del techo. Entonces vio la estrella más luminosa que jamás hubiera visto justo encima de su cabeza. Su miedo a morir quedó olvidado por momentos y se convirtió en estupor al contemplar a un ser de luz que descendía de ella hasta quedar de pie frente a él.

Y le hablo:

-         ¡Melchor! Eres el hombre más extraordinario de este inmenso reino. Hoy has demostrado, no solo tu valor, sino la compasión que guía tu corazón. Eres digno de este presente – dijo mientras depositaba en sus manos una extraña caja – consérvalo hasta que vuelvas a ver esta estrella, ella te guiará hasta aquel que es digno de ser adorado. ¡Que la compasión te haga sabio, que el valor te haga misericordioso!.

Y desapareció junto a la estrella.

Entonces el muro semi-derruido terminó de ceder y Melchor quedó libre de aquella tumba de fuego.

Un paje entró en sus aposentos, trayendo al sabio de nuevo al presente.

-         Señor – le dijo – todo esta preparado tal como ordenó.  ¿He de comunicar al rey su partida?.

-         No será necesario Simón. Saldremos esta misma noche siguiendo esa estrella. Quiero saber hacia donde va antes de informar a su majestad.

Por supuesto que Melchor no tenía intención de decir nada de lo que sabía antes de encontrar al destinatario de su cofre divino. La estrella continuaba su senda inalterablemente hacia poniente y la comitiva siguió su estela.

Unos días más tarde encontró en el desierto otros dos séquitos y a otros dos sabios que, al igual que él, perseguían a la estrella: Gaspar de Armenia y Baltasar de Mesopotamia. Pero lo que más le sorprendió fue que portaban  cofres idénticos y que habían sido, al igual que el suyo, un regalo de un “ángel”.

*Imagen tomada de internet

* El préstamo de este material lo hago sin autorización de su titular. No pretendo dañar ningún derecho reconocido a sus autores y si estos consideran que no deben figurar en este blog, ruego me lo notifiquen a fin de retirarlos a la mayor brevedad posible.

¡ F E L I Z   N A V I D A D !

Comentarios

  1. Querido Ibso, tengo un resfriado muy fuerte y eso me impide tener las fuerzas y las ganas necesarias para visitar los blogs amigos, pero no queria dejar pasar estas fiestas sin desearte una Feliz Navidad y que el año nuevo nos traiga todo lo bueno que nos ha sido negado en este.

    Feliz Navidad y mi cariño

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  2. ¡¡Feliz Navidad!! y mucha utopía para todos, que buena falta nos hace.

    Besines, Irma.-

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  3. Hola IBSO, bonita historia.
    Deseo hayas tenido una muy feliz navidad y que este nuevo año que se inicia te traiga la realización de tus deseos más preciados.
    Te lo deseo de todo corazón.

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  4. una buena historia para explicar de dónde vienen los Reyes Magos ^^

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  5. Muy buena narración Ibso. Muy digna de tus sentimientos.
    Deseo que los días restantes de este año fluyan felices para ti y que el 2012 te sea de lo mejor en todos los sentidos, junto con los tuyos cercanos. Que veas muchos de tus sueños convertidos en realidad.
    Recibe un gran abrazo, con mucho cariño y mi amistad.

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  6. Que historia más bonita ha salido de tu inspiración y espíritu navideños, Ibso; muchas gracias por compartir una narración tan hermosa, me ha encantado volver a leerte...

    Gracias por tus cariñosas palabras en mi timón, querido Canario de lujo ;)

    MIS DESEOS PARA TÍ... CON TODO MI CARIÑO...

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  7. Ibso, este camino del desierto por los tres Reyes también podría ser un camino a Utopía, igual que este cuento de navidad. Por eso mis deseos para estas fechas trascienda más allé de ellas. Te deseo un mejor año 2012 desde el principio hasta el final.

    Un abrazo fuerte.

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  8. Que comiences un nuevo año lleno de luz Ibso!!!!!

    Besos

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  9. Tarde, pero seguro...
    Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo, Ibso.
    Un abrazo.
    HD

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  10. Ibso: Me gusta como has versionado esta historia, te quedó hermosa, gracias por compartirla y por pasar a mi blog.
    Recibe mis mejores deseos para esta año que acaba de empezar:Doña Ku

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  11. Muy hermoso el relato, felicidades, posee un gran mensaje. Te escribo tarde pero seguro, nos seguiremos leyendo.

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  12. Hermosa, hermosa historia!!
    Espero que hayas tenido unas muy felices fiestas y día de reyes!!

    Te deseo un gran año!!!

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  13. Hola Ibso, venía a desearte un gran año para 2012 y que sea el de la consecución de tus sueños.
    El relato me gustó mucho.
    Un abrazo. Jabo

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  14. Oh, eso está bastante lógico. Buen relato.

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