Los herederos de la Tierra (IX): La mayor riqueza

Siempre he soñado con una vida mejor, pero no la mía. ¿La de mi familia, quizás?. Por supuesto, pero solo a medias.

Soy solo un hombre, una gota de agua en un inmenso océano. Mi voluntad, mi fuerza, mi afán, durarán solo un instante, porque sé que mi existencia es breve y no se puede cambiar todo lo que hace sufrir a mi corazón en tan poco tiempo. Pero también sé que no estoy solo, tú estas ahí, leyendo esto.

La vida mejor con la que sueño es la de tu hij@, tu niet@, tu sobrin@ o el/la hij@ de tu mejor amigo, a los que no conozco y, al igual que a ti, seguramente nunca conoceré. Pero eso no importa, lo importante es el porqué. Muchos pueden decir que miento, que soñar una vida mejor para personas que no conozco no es lógico, que debería esforzarme en procurar el bienestar de mi familia, de mi hija y de mi mujer y os doy la razón. Pero temo que fracasaré si actúo así. 


El dilema que se me plantea es el siguiente: este es un mundo cerrado, donde todo está relacionado, todo depende de todo. Si en el tiempo que me resta, me esfuerzo por prosperar, por hacerme rico, por dejar la vida resuelta a mi hija económicamente,... y solo pienso en ella; y cuando termine, cuando llegue la hora de dejar este mundo me doy cuenta de que todo está peor que cuando empecé, que hay más injusticia, más hambre, más guerras, más desertización, menos recursos naturales, más diferencias sociales,... ¿no estará en peligro ese futuro de mi hija que  tanto esfuerzo me llevó dejarle?. 

La respuesta al dilema es siempre la misma: si sueño y lucho porque los hijos e hijas de todos los que no conozco estén mejor, si mis actos están siempre dirigidos a que esto sea realidad y TODOS hacemos lo mismo, al final mi hija tendrá un futuro, tendrá esperanza, porque su vida no dependerá de las riquezas que yo o su madre hayamos podido dejarle, sino de una UTOPIA: Si todos cuidamos de todos, TODOS estaremos mejor. 

Sé que nunca seré rico pensando así, pero mi riqueza será darle a mi hija, y a todos los hijos e hijas del mundo, un planeta mejor del que yo recibí de mis padres, aunque muera en el intento.

Comentarios

  1. Más acompañado de lo que puedas concebir estás, en ese ideal, es la sed de muchos, pero permitimos a voluntad o no y se nos ha enajenado, encapsulado e individualizado de tal forma, que no sabemos lo mucho que cada uno desea eso mismo que tú. Pero no sabemos ni como empezar a despojarnos, a erradicar el "posesionismo", a prescindir de cosas y sentimientos innecesarios, para aprender a compartir el pan con el prójimo y no solo el de masticar, sino el espiritual, ne la creencia que sea, en la divinidad fuera de nosotros, cósmica o en el equilibrio interno, cada quien su Dios, todos tenemos un Dios, hasta los sin Dios, creen en ellos mismos como su Dios. Lo importante es irradiar amor, en cualquier ideología, idioma, raza, color, condición...
    Querido amigo, estamos despertando, unos por el dolor, otros por la conciencia y otros por el amor, pero estamos despertando y habrá el cambio que tanto deseas y deseamos, lo vamos a lograr. Hay que luchar con todas las fuerzas posibles, por hermanarnos y volver a respetarnos y al mundo y a todos los niños y de cualquier edad, todo lo vivo y lo inmaterial, volver a llenar de luz al mundo, después de este gran fracaso que nos ha arrastrado, hasta lo que hoy somos.
    Confía, sigue trabajando mucho por el prójimo, mientras más infertil veas la tierra, tabaja con más ganas y motiva mucho y a muchos, como lo haces todos los días, hasta que se multipliquen todos los apoyos, las manos y las voluntades.
    Un abrazo con todo mi cariño de anís y mucha admiración, por ese corazón tan puro que tienes y que se te alborota cada vez que piensas en un mundo justo para todos.
    Si se puede, hay que lograrlo.
    Disculpa que me extrendiera, mi corazón cuando se emociona se extiende mucho.

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  2. Yo te ayudo a salvarlo también, creo que ya somos muchos utópicos los que creemos en un mundo mejor.

    Un abrazo utópico, Irma.-

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  3. Un escrito que delata la preocupación creciente de ¿cómo será el mundo que dejaremos a nuestros sucesores?, una preocupación real...un argumento inteligente que incita a no dejar de batallar por cuidar el entorno, a no dejar de gritar frente a lo injusto, a no dejar de apoyar a los más debiles, a ser solidarios y compartir con los que menos tienen...
    me apunto ¡como no!..a tu sueño.
    Un beso.

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  4. Sì eres rico.

    El mas rico, es quien menos necesita.

    Mejoremos el "entorno cercano", y darà frutos.

    Un abrazo.

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  5. Ya sabemos que así funcionan las cosas en el mundo mental, el problema es que la mayoría de las personas no residen en él. Resulta un proceso muy lento, pero vital. Pronto me meteré "en harina". Beso "manito".

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  6. Ibso,hace tiempo que no te leo,trato de ponerme al día.Tu post anterior me ha encantado, ese joven que desea las cosas materiales va creciendo y comienza a valorar las fundamentales,la vida y los sentimientos...Ahí nos encontramos valorando lo esencial, y lo esencial es "mejorar nuestro mundo",trataremos de "arrimar el hombro",de crear y recrear con voluntad y letras una nueva visión de la vida,más auténtica y humana
    para todos.
    Mi felicitación y mi abrazo inmenso,amigo.

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  7. Ibso, me ha conmovido tu entrada, porque de alguna manera pienso como tú en ese sueño que dices tener. A veces parecemos David contra Goliat,es mucho lo que hay que cambiar, mucho, mucho. Yo también pienso que soy un granito de arena, es más creo que es poco lo que puedo hacer. Por mi experiencia te diré que los pilares de esta sociedad están forjados de piedra dura, en eso soy pesimista, si algunas cosas no han cambiado en siglos, es porque no hay voluntad de cambiar.

    Es cierto también que la sociedad ha dado hombres y mujeres que han ido contracorriente para dar ejemplo, pero estos han sido puntuales.

    Existe el egoísmo como si fuese un bien preciado, lo sé, yo lo vivo cada día en otras gentes, y si decides cambiar eso, se ha de pasar a la acción,y eso implica mucho esfuerzo y sacrificio.Hay que ser muy fuerte.

    De todos modos comparto tus pensamientos.

    Un abrazo.

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  8. Un texto brillante y clarificador. Yo también me uniría en el intento de perpetuar o al menos mejorar las condiciones que aseguren un futuro mejor para mis hijas y los hijos de mis hijas.
    El planeta se está quejando demasiado y demasiado a menudo. Hay que oirle y actuar. Cada uno debería de poner su granito de arena.
    Por intentarlo que no quede, está en juego nada más y nada menos que el futuro de todos.

    Un abrazo

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  9. Como tu pienso que no hay que pensar individualmente que es pensando en el conjunto lo que no puede llevar a que este mundo sea un espacio donde el bien, y no hablo del materia,l nos permita mejorar a las generaciones futuras. No amigo jamás seres ricos materiales pero si de espíritu y eso es lo que yo quiero dejarle a mi hijo
    Un beso

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  10. Hola Ibso: has escrito, como siempre, una entrada preciosa. ejemplarizante. Donde se pide a gritos la cooperación de todos, para salvar este planeta, que estamos convirtiendo, en un estercolero. Y que para el bien de todos los hijos de todos, tendríamos que respetar y preservar con amor, para que esta herencia, que les hemos de dar,llegue a ellos, mas sana, mas pura, y mas habitable. Un saludo.

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  12. Me uno a ese gran deseo ¡Ojala! podamos entre todos ayudar a construir un mundo mejor y cuidarlo.Nuestros hijos , se lo merecen .Son el futuro: la semilla a germinar en este nuevo mundo, por ellos
    Un abrazo

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  13. un buen principio: dejar como herencia un planeta más habitable, más limpio y menos saturado de impurezas y desperdicios, algo complicado de llevar a cabo...

    un saludo

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