El carcelero electrónico
Participación en el proyecto de Adictos a la escritura del mes de septiembre. Este ejercicio consistía en combinar imagen y texto, con la peculiaridad de que la imagen debía ser propia, es decir, que no valía sacarla de internet sino que teníamos que hacerla nosotros mismos. Hacía algún tiempo que esta idea rondaba por mi cabeza (aunque no exactamente como ha salido). Espero que os guste.
Cada día lo mismo, estoy harto de
estar aquí encerrado viendo que todos ellos logran entrar y salir con el objeto
que anhelaban. Pero yo no, yo me quedé atrapado entre estas paredes sin
ventanas, entre las luces que resaltan los detalles de aquellas cosas deseadas
por millones de seres estúpidos y vacíos.
Vago siempre por la cuarta
planta, donde se encuentran expuestas las últimas novedades en informática y
electrónica: televisores extra-mega-planos, ordenadores superpotentes, móviles
de cuarta generación, perdón quinta, perdón sexta, perdón... los comercializan
tan rápido que no sé por qué versión van ni para qué sirvan; ya casi nadie
compra un teléfono móvil para hablar solo por teléfono.
Y allí está. Siempre, al pasar junto a ella, un escalofrío
recorre todo mi cuerpo etéreo. Es mi carcelera, el motivo por el que,
seguramente, moriré aquí. Completamente negra, con LCD Pantalla táctil
Multitouch capacitiva de 7” (¿qué demonios será eso?), dos cámaras, audio,
vídeo, wi-fi, Bluetooth y toda la parafernalia restante que describe al
aparatejo y que mi dueño sabe de memoria. Cada noche él sueña con ella, con
poseerla, con mostrarla orgulloso a sus amigos algún día próximo. Y con cada
uno de estos pensamientos, mi dueño me condena a vagar por este maldito centro
comercial, cada día, cada noche, desde hace un año. Y lo más jodido de todo es
que se quedó sin trabajo y no puede comprarla. ¿Ahorros, dices?. No me hagas
reír, mi dueño no ha ahorrado ni un céntimo en toda su corta vida, vive sin
pensar en el mañana, a lo más que llega es a planificar las salidas del fin de
semana. El dinero jamás le duró en el bolsillo, siempre desea lo último en
móviles, lo último en informática, en juegos,... le gusta sentirse importante,
valorado, admirado. Pero ahora no tiene un duro.
Pronto, en su mente, dejará de verla, y mi existencia
carecerá de sentido. No me importa, sólo soy uno más de sus muchos deseos. Pero
me entristece verlo así, es demasiado joven para odiar al mundo, y menos aún
por no poder adquirir un cacharro electrónico. Pero no, no seré injusto, el
sólo intenta llenar un vacío en su vida, un vacío de afecto, de atención, de
cuentos no contados cuando era niño, de vivir en un constante reproche, de
estar perdiendo la esperanza, de sentirse atrapado en un mundo que no entiende
y que amenaza a cada instante con devorarlo sin que a nadie le importe.
Ella está borrosa, pronto me iré, pero sé que en su
corazón quedará otra muesca, otra espina que envenenará, junto a miles que ya
tiene, su existencia, su futuro. Si yo no fuera sólo un deseo pediría por él,
rogaría porque encuentre aquello que llena el corazón y no cuesta moneda
alguna, suplicaría porque se levantara la venda de sus ojos y las mentiras de
esta sociedad de las cosas no fueran su libro sagrado.
¿Dónde estoy? Todo está en penumbra. Oigo algo, un sonido
rítmico y muy acelerado. ¡Si!, ya se que es: el latido de un corazón, pero...
debe estar fatigado. ¡No, espera! es un bebé en el vientre de su madre... ¡Es
su hija!.
Mi dueño duerme tranquilo junto a su mujer embarazada, sueña con la ecografía de aquella mañana, con la alegría que sintió al ver la
carita de su “pequeña” por primera vez, borrosa, regordeta, un milagro de la
técnica de ultrasonidos las imágenes en 3D que se podían obtener ahora: es
preciosa.
Por fin es feliz, su corazón esta lleno de esperanza y de
amor. Su más anhelado deseo se ha hecho realidad: ser padre.
Existo de nuevo y he regresado para quedarme. Estos son los
deseos por los que merece la pena luchar, los que dan sentido a la vida. Son
pobres de casi todo y, a la vez, son inmensamente ricos.
Imágenes:
1ª Pasillo de centro comercial, uno cualquiera, ¿no son todos parecidos?
2ª Ecografía en 3D de mi hija. ¡A que es guapa!
Imágenes:
1ª Pasillo de centro comercial, uno cualquiera, ¿no son todos parecidos?
2ª Ecografía en 3D de mi hija. ¡A que es guapa!
Ibso y la ternura del fondo de sus escritos.
ResponderEliminarEn este mundo que todos quieren lo último en aparatos de todo tipo, se abre una puerta para ver la vida...ese casi milagroso ecógrafo que captó esta imagen.
Orgullo de padre. No se puede negar.
n beso.
Pues es un relato que te hace pensar, simple a primera vista y con un fondo fantástico.
ResponderEliminarMe gusta las comparaciones y la demostración del cambio y del crecimiento del ser humano ante algo tan maravilloso
Me ha gustado. Felicitaciones ;)
P.D: Un bebe precioso Enhorabuena!
Me ha encantado el relato y como ya han comentado, cómo consigue la felicidad "el jefe". Me ha parecido un relato muy tierno, pero a la vez bastante crítico con lo que pasa a todas horas hoy en día.
ResponderEliminarLa ecografía está preciosa >_<
¡Un saludo!
owo, me gustó, empezando porque es típico casi obscesionarse con algo pero que por dinero no logras alcanzarlo, y siendo que es algo material y cero importante, somos humanos cegados. Menos mal que el dueño encontró la luz.
ResponderEliminarFelicidades~
Te sigo.
Una entrada muy humana, Ibso, me ha gustado mucho, como todo le que escribes.
ResponderEliminarLos forofos de la informática, pienso que no han conocido nunca una situación como la que explicas. Ahí está su mal y de ahí su insatisfacción constante, en espera e lo mas nuevo, que a las 24 horas, ya es viejo.
Un beso
Hola: me han encantado tus dos escritos, verdades grandes dices.
ResponderEliminarPor desgracias hoy mucha gente sufre, porque solo basa su vida en el consumismo.
Lo del bebe precioso.
un abrazo.
Al fin consigo entrar en tu blog, en el que figuraba otra página , imposible de encontrar...y yo, venga insistir...al fin, encontré esta maravilla: premio a mi insistencia.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo, sobre todo la forma como narraste el relato da bastante de que pensar..
ResponderEliminarBesos :)
*_* está genial! me encanta cómo has dado vida a algo tan abstracto
ResponderEliminarIbso, por Dios!! que bien narras las cosas. Me encantó como describiste la obsesión por la tecnología, me encanta como le diste ese ritmo, ese sabor a las cosas. Y el de tu bebé awwwww ese relato está muy bonito. Me encanta como escribes, sigue así
ResponderEliminarSaludos de Amelie!!!
Qué original. Me has sorprendido mucho con tu relato. Tienes razón en tu última frase: las cosas que nos parecen más insignificantes, son las más grandes.
ResponderEliminar¡Saludos!
Esto es emotivo.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu hija. Y soberbia forma de contarlo.
Un abrazo.
14!!
ResponderEliminarYo quiero saber qué era primero. Una cámara de seguridad?? Es que me mata la duda ^^
ResponderEliminarMuy buen relato, y preciosa la imagen de tu bebé. Felicidades por ella!!
Besos!!
Me encantó el texto, cuantas verdades encierra, y realmente cómo uno puede ser feliz con tan poco pero con los que ama al lado.
ResponderEliminarBello bb, enhorabuena!!
Besos!!
¡Ibso!!!! ¡Felicidades! que precios@ bebé, todos los abrazos, para tí y tu, de seguro, linda esposa. Deseándoles la felicidad más grande que puedan experimentar.
ResponderEliminarY, tu historia extraordinaria, muy bien narrada... Aumm, no me queda claro ¿es la banda ancha, la señal, la fibra óptica, la cámara de seguridad... quién narra?
¿Que puedo decir? Hermoso bebé, preciosa y muy acertada la historia, ojala fueramos más corazon y menos deseos.
ResponderEliminarQué historia tan original y sincera, habiendo tantos enfoques... es decir, como uno se obsesiona con algo, descubriendo las verdaderas maravillas de la vida y a la vez, el contraste de cómo puede ser la tecnología tan "inutil" por decirlo de un modo, en algunas cosas y tan maravillosamente fascinante en otras, en esos milagros de ver un bebé de esa manera.
ResponderEliminar¡Y sí! Preciosa tu nena *-* Muchas felicidades <3 Cuídala bien ^0^!
Tanta sabiduría en una sencilla narración.
ResponderEliminarEsa foto me recuerda a la de mi nieto, ya ahí dentro decian que se parecía a su padre. Efectivamente, son casi idénticos. Beso "manito".
Me gustó el relato, me tenias en ascuas desde el principio... felicidades
ResponderEliminarAmbos relatos son preciosos^^
ResponderEliminarTan diferentes entre sí, pero con un toque único que tus letras.
Me han encandato:D
El segundo (soy madre, qué le voy a hacer), me puso los vellos de punta, y sí, ¡linda tu hija! :D
Kisses y feliz semana...
Wow! Me pongo de pie para aplaudir tus relatos, son tan sinceros, uno de obsesiona por las cosas materiales, por las comodidades por tener un status y se olvida de lo que realmente vale, ¿cuantas cosas no dejamos pasar pensando en lo que no tenemos?
ResponderEliminarEl segundo relato, wow! imagino que ha se ser una muy grata experiencia y en hora buena felicidades futuro padre :)!
Saludos!
Ibso, me parecen estupendos ambos relatos, y tan humanos como la vida misma.
ResponderEliminarNo sabes cuanto te comprendo al poner la ecografía de tu hija todavía por nacer, es una experiencia única. Yo no dormí el día de mi primera ecografía, estaba toda emocionada recordando el latido del corazón de mi peque, y la espina dorsal, madre mía, que ilusión!
Un abrazo.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Aclarar dos cosillas:
ResponderEliminarPrimero que la ecografía de mi hija es de hace 3 años y medio, y aunque la emoción que sentí aún la recuerdo, no voy a ser padre de nuevo. Por lo menos por ahora.
Segundo: es un solo relato. El protagonista es un "deseo", es quien narra. En el primero es el deseo de una persona joven obsesionada con comprar un aparato electrónico de los caros, de lo último y su imposibilidad para ello por no poder pagarlo. En el segundo, ese mismo joven ya es adulto, se ha casado y va ha ser padre. Su deseo a pasado de lo material a lo humano. La insatisfacción de no conseguir tener dinero para comprar lo que deseaba se ha trasformado, sin esperarlo, en alegría por comprender que los deseos verdaderos y que llenan el corazón no se compran ni con todo el oro del mundo.
Gracias a tod@s por conversar en el camino.
Un abrazo
ibso
La última tecnología, el último grito en adelantos científicos tuvo, por fin, un motivo para que también fuera lo más importante. Esa imagen de una ecografía en 3d, es algo maravilloso. Ójala hubiera existido cuando mis hijas estaban en ese apacible lugar.
ResponderEliminarBuena historia y buen final.
Un abrazo
que bonitos, en serio me han encantado, aun no habia leido nada tuyo y creo q buscare un tiempo para leer mas,gracias :)
ResponderEliminaruna historia realmente muy acorde para nuestra epoca, la segunda historia me gustó más; maravillosas las fotos
ResponderEliminarMuy bien escrito!! Hermoso mensaje. Saludos.
ResponderEliminarMuy buen título, muy original, y logra transmitir sentimientos.
ResponderEliminarLo que sí, no logré establecer la identidad del personaje.
Unos deseos muy diferentes. Enhorabuena por tu hija, Ibso, disfrutadla. Por cierto, hay un"para que sirvan" que me parece que debería ser "sirven". Hasta luego,
ResponderEliminarSelin
Que bonito, me ha encantado. Creo que está narrado desde un punto de vista muy original. Y me gusta mucho lo que trasmite. Las cosas materiales como la forma de llenar un vacío, con su efímero interés. Le has dado interesante giro a la historia al final. Besos!!
ResponderEliminarConfieso que me costó un poco captar el sentido de la historia, pero no por tu narración, creo que es muy buena, lo que pasa es que ya ves, soy muy lenta qué le vamos a hacer.
ResponderEliminarLas imágenes se complementan muy bien con el texto y creo que el ritmo es muy favorecedor.
Por cierto, disculpa el que no haya podido haberme pasado antes, pero aquí estoy dejándote mi pequeño comentario y agradeciéndote que hayas compartido tu escrito.
¡Saludos!