Después de mucho tiempo ausente de este medio, recientemente me han animado a volver a escribir. Y lo hago con renovados ánimos y con la mejor de las compañía, que además, a partir de la entrada anterior, es coautora de este blog: mi hija ASA.
Esta es mi humilde participación en el encuentro juevero, que en este ocasión tiene como anfitriona y directora de orquesta a Neogéminis con su propuesta de "lluvia de esdrújulas". A la que he añadido la petición de ASA de escribir un texto que contuviera la frase "lo que habita en las sombras".
Y esto es lo que salió:
LunÁtica
ImpÁvida
SÓrdida
ApÁtica
CÁustica
TÉtrica
VÓmito
EscuÁlida
RidÍcula
EscuÁlida
RidÍcula
Los insultos caían como el agua lÍquida cae
del cielo.
Ocultó las lÁgrimas, apuntaló el pÁnico y casi
le da un sÍncope cuando, haciÉndose la heroína, les gritó fortÍsimo: —¡DÉjenme en
paz, tubÉrculos pÚtridos!
Su grito fue como un relÁmpago en la tormenta.
Pero su Órdago no paralizó más que un instante los truenos. CubriÉndose el crÁneo con las manos recibiÓ la
paliza mientras el pÚblico grababa la pelÍcula con sus mÓviles.
Lo que habita en las sombras perece en la luz.
—¡AyÚndeme! — suplicó.
Y una anÓnima muchacha, prÓdiga en valor, corrió
a su auxilio y, tubÁmdose sobre ella recibió empÁtica el resto del agravio.
—¡LevÁntate!— le dijo cuando las agresoras se
alejaban riÉndose de aquellas dos estÚpidas.
Y se alzaron, apoyÁndose la una en la otra… y así se las vio, por el resto de sus vidas.
ibso


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